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lunes, 15 de agosto de 2011

Lunes que parecen domingos pero que son lunes

No me gustan los lunes que parecen domingo. Creo que tampoco me gustan los domingos, incluso aquellos en que la resaca nos permite recorrer más distancia que la que separa la cama del sofá, que son pocos. Pero aún menos me gustan los lunes que parecen domingo y hay que estudiar como si fuese un lunes normal. Biblioteca cerrada, la resaca del verdadero domingo dando sus últimos coletazos, Los puentes de Madison en la 1 y algún tema de psiquiatría que meterse en la cabeza.

En cambio siempre me gustaron los domingos que parecen sábado, pero ayer fue un domingo normal, y no estaré seguro de sí me gustan o no los domingos, pero sé que no me gustan dos domingos seguidos. Y hoy, aunque sea un lunes que parece domingo y haya que estudiar como si fuese un lunes normal, no ha dejado de ser un domingo más. Al menos he podido disfrutar de dos comidas de domingo con buena compañía.

Mañana veremos si me gustan los martes que tenemos simulacro como si fuese sábado.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Semana rara, rara, rara

Esta semana es rara.

Acabamos la pasada recibiendo a C (asidua del lugar, pero de las que se meten siempre en la cama correcta) y tomando unas Guinness en un bar que no era el habitual de los domingos porque éste estaba tomado por una horda de adolescentes freaks disfrazados de anime, que nada más vernos comenzaron a gritar "We accept them! We accept them! Three of us! Three of us! Gooble-goble, gooble-goble!" (Sí, ya no nos quedaba duda, eran genuinos Freaks borrachos). Huímos asustados del lugar al bar más cercano, para acabar celebrando el NoCumpleaños de D en el BurgerKing para poder conseguir la Corona.

El lunes empezamos otorrino, estudiando el oído y con Baldomero dando su speech de los lunes a las 19.30 sobre la semana anterior y la dificultad "extrema" del simulacro del sábado (no sé si fue difícil, pero largo si que fue). El hombre estaba satisfecho, pero no transmitía la alegría y fuerza que suele transmitir. Se notaba que llevaba ya las tres horas de clase del turno de las tres horas y el hombre se está haciendo mayor. Y la actitud fue empeorando según pasaban las diapositivas, con una voz baja y transmitiendo poco a pesar de sus repasos transversales y sus imágenes del NewEngland.
Ayer segundo día de Otorrino, segunda clase con Baldomero que volvió a dar signos de cansancio y desgana. Y se acabó. Ya está. No tengo claro haber aprendido algo pero se ha acabado.
Hoy estudiamos un popurrí, librillo de Habilidades comunicativas, anestesia, geriatria, legal y urgencias. Creo que ha servido para tener un día de relax.
Y mañana empezamos (y acabamos) inmuno. Se preveé un día duro. El resto de la semana, con clase el sábado, siempre nos gusta eso de las clases los sábados hasta las 22.30...

Y qué bueno es recibir una llamadita al skype desde lejos y poder ver la jeta a la gente que te gusta ver y escuchar, aunque ahora vaya a pasar las siguientes tres horas preguntándome qué coño hago yo aquí...

Disfrutad los que podáis. Gute nacht!

domingo, 7 de agosto de 2011

Despertares de domingo

Desde que llegé a Oviedo he vivido muchos despertares diferentes, los cuales en un futuro narraré con más o menos censura. Ahora os contaré el de hoy.

Despertarse un domingo casi a las ocho de la mañana escuchando a dos capullos que vuelven de fiesta no entraba en mis planes de fin de semana.
- ¡Qué hijas de puta! Lo que más me jode es que se debían de creer guapas... ¡pero si no valían para ná! ¿No te quitas las lentillas? –Decía alguien desde el baño (aunque lo de decía es un decir, porque para este personaje hablar es lo mismo que para el resto del mundo es dar voces).
- Si, pero yo las tiro al suelo –Contestaba el otro capullo desde su habitación mientras hacia un amago de poner música.
- ¡Joder cómo huele todo la meada a ron!

Volveré al principio de la historia.

Tarde-noche de sábado del primer fin de semana de Agosto, Oviedo está más vacío que nuestra nevera. Esto es Asturias y, aunque Julio no haya podido ganar, son piraguas. No hay plan pero D recibe la llamada de Bizancio que se acerca desde oriente con su "bólido" amarillo metalizado y nos invita a acercarnos a BizanzioTown para tomar algo. Son las nueve y el trayecto son 20 minutos andando, esperar el primer bus y media hora de carretera.
La idea no me convence. Aunque me la venden como ir a tomar algo no me lo acaba de creer, ya que es algo que no entra mucho en los esquemas mentales de A, para el que se sale o no se sale, pero yo no me tomo una copa si no voy a salir. La lluvia amenaza.
Y eso que conozco gente que se hace seis, ocho o diez horas de coche solamente para echar un polvo, como si no hubiese puticlubs más cerca. O a otros que se meten veintiocho horas de autobús para pasar un fin de semana de lo más vulgar, aunque al menos pasen a saludar a su abuela. Pero ni acordándome de ellos...
A quiere ir, pero teme que D le haga la sucia de quedarse en casa de sus progenitores a dormir y que le toque volver solo. Finalmente se van los dos, bajo la promesa de que de la misma manera que van volverán, de la mano como dos buenas amigas quinceañeras destino de un bus que les llevará a algún lugar algo menos muerto.
Admito que me da pena haberme perdido la sesión de marujeo e increpancias a las personas que no se encontraban de cuerpo presente, entre las que me inluiré. Si normalmente se va de las manos no quiero ni pensar lo que fue ayer con la cantidad de motivos que tenían... viéndonos a veces pienso que Sálvame no es un programa del corazón, si no el más verídico reality-chow de la historia de la televisión.

De la noche poco puedo contar, unas cervecitas y una película más o menos acertada, un sábado al más puro estilo J Ovetensis (No confundir con J Abulensis, al que iba dedicado el post anterior). En cuanto a la de las tres reinonas, os podría contar la historia de como no rucaron a partir de lo escuchado desde la cama, pero la realidad, que como siempre será más vulgar, no la conozco ya que he preferido esperar a que se acostasen para levantarme porque de lo contrario hubiesen habido hondonadas de hostias.

viernes, 5 de agosto de 2011

Cuestión de Mentalidad

Ayer por la tarde antes de ir a clase entré en el baño y mientras me lavaba las manos me dirigí al ser humano con el que comparto piso, el cual estaba de pie frente al retrete con la verga en la mano:
- El mundo se hunde, está muy mal la cosa...
- A mi no me importa que el mundo se hunda, yo seguiré aquí estudiando día tras día hasta que sea el MIR, se hunda el mundo o no se hunda.
Aclaré mis manos, las sequé con la toalla y mientras salía le dije:
- Al menos podías cerrar la puerta con pestillo cuando te estés haciendo una paja.

Nos han arreglado la lavadora. Al final A (y google) tenía razón y era el condensador. ¿Qué es el condensador? Ni puta idea. Esperamos ansiosos a que la madre de Lupus venga a cobrar el mes de agosto y se haga cargo de los 62,65€ de la factura (10 de IVA, 16 del condensador, 20 del desplazamiento y el resto por la mano de obra).

Mientras tanto, seguiremos estudiando. Esta semana fue nefro, la que viene popurrí y mañana simulacro.

Dedicado a J., que seguro que tuvo que sufrir esta situación (y otras semejantes) más de una vez

domingo, 31 de julio de 2011

Cena de domingo

Dorada a la espalda sobre sobras de sábado noche. Dedicado a aquellos que se preocupan por nuestra dieta, aunque lo hacen con razón en dos terceras partes...


De la noche de ayer poco que comentar, Green+Salsi, la misma mierda de siempre, pero contamos con la visita de refuerzos venidos de diversas partes de la península con los que se disfrutó de bebidas de primeras marcas, Negrita y un póquer. La buena compañía siempre es bienvenida en el Saco.

Y en todo julio solamente ha habido tres días en los que no ha llovido nada. Ya lo dijo Valdomero el primer día "el clima de Asturias es cojonudo para preparar el MIR. Pero yo no puedo predecir tu resultado".

viernes, 29 de julio de 2011

Se acerca el finde...

Lo que me ha recordado que olvidé comentar lo que vivimos el sábado en el Green. No entraré en detalles, porque fue todo un esperpento, pero allí estábamos los tres, agarrados a la barra, viendo como nuestros invitados y demás familia dejaban su dignidad por las inumerables esquinas e incluso la gogotera que tiene el bar. Nos vimos a pedir unas cuantas copas más, porque la degradación a la que se sometieron sobrepasó, por norma general, los límites aceptados.

La lavadora sigue rota. Hoy vino Lupus' mother y dijo eso de "esto va a ser la correa", que debe ser como la bujía pero a nivel de lavadoras. A ver si ahora somos capaces de contactar con el servicio técnico...

miércoles, 27 de julio de 2011

Otro día de mierdaL

Levantarse, desayunar, ducharse (nos han quitado a Mitch, no es justo no tener a Baywatch por las mañanas), ir a la biblioteca (D se queda en casa, de hecho ya no es D, es "el niño del pijama de cuadros", lleva 3 días sin quitarse su pijama de cuadros con el que parece salido de un campo de concentración nazi, aunque viendo su cuarto parece un vestuario adecuado) y estudiar la mañana hasta la hora de comer. Comer, estudiar un rato más, hacer test, ir a clase, volver a casa, cenar y escribir el blog.
Y entre tanto a la chica de la fila de detrás le da un ataque epiléptico en mitad de la explicación del colon irritable.
Y la casa falla.... no ha podido sobrevivir entera al fin de semana, del cual algún día saldrá a relucir toda la verdad... Si primero fue el wifi que no le funcionaba al "niño dle pijama de cuadros" ahora es la lavadora, que no centrifuga... el lunes por la noche hablamos con Lupus y nos dijo que picasemos la puerta de al lado que estaba su progenitora por aquí. 48 horas y 12 veces tocado el timbre después ha abierto el hermano de Lupus y nos ha dicho que esperemos a que venga su madre, que se ha ido esta mañana, porque él no tiene ni idea de lavadoras...
Ya no sólo se acumula mierda, también ropa sucia.